El juez central de lo penal de la Audiencia Nacional, José María Vázquez Honrubia, ha absuelto a los 16 jóvenes acusados de delitos de injurias graves contra la Corona por la quema de fotografías del Rey en Girona el 22 de septiembre de 2007. El magistrado ha anticipado su decisión in voce después de que el fiscal rebajase su acusación a una falta leve de alteración del orden público. Vázquez Honrubia ha calificado de "incomprensible" la decisión del fiscal por contar con los mismos hechos y pruebas que le llevaron a solicitar su procesamiento por injurias contra la Corona. La pasada semana, la Audiencia Nacional archivó también la investigación contra cuatro jóvenes independentistas catalanes por quemar fotos del Rey durante una manifestación el pasado 11 de septiembre, fecha de la Diada nacional de Cataluña.
Ante el cambio del fiscal, que pedía para ellos 3.600 euros de multa, el juez se ha visto obligado a absolverles, al destacar que la Audiencia Nacional sólo es competente para juzgar delitos y no faltas, y "el delito de injurias o es un delito o no es nada". La decisión de Honrubia ha motivado una ovación del público. Los acusados que en todo momento han mantenido que quemaron las fotografías del Rey.
Además ha observado que durante la vista no ha habido ningún cambio en el material probatorio que justificase la modificación de la calificación del fiscal, máxime cuando los acusados han ratificado las declaraciones que prestaron ante los Mossos d'Esquada.
Camisetas y traductores
Todos ellos, lucieron camisetas color negro con un lema impreso en rojo que decía: "Yo también quemo la Corona". Esta prenda fue interpretada como un desafío y poco antes de que comenzara la vista, Honrubia pidió a los acusados que hicieran el favor de ponérsela "de otra manera" porque si no "me veré obligado a expulsarles de la sala". Para evitar la expulsión, los acusados optaron por dar la vuelta a sus camisetas.
Durante todo el juicio, el juez, que ya tuvo que repetir el juicio a otros dos acusados por negarles un traductor, hizo múltiples alusiones al uso del catalán por parte de los acusados a pesar de que, según apreció Honrubia, parecían entender y hablar sin problemas el castellano.