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| Guerra en el Cáucaso | |
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Autor | Mensaje |
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Manu Dios de las gradas y VIP Nr.1
Cantidad de envíos : 2594 Fecha de inscripción : 07/10/2007
| Tema: Re: Guerra en el Cáucaso Jue 28 Ago - 0:52 | |
| Creo que he dicho que para los rusos el gas al menos no es el unico motivo eso lo tengo seguro y claro que los rusos estan lejos de hacer las cosas por mero altruismo pero desde luego no son ni la mitad de perversos y criminales que los americanos eso lo tengo claro, Rusia hoy no pierde el tiempo en incentivar revoluciones antiyankes al lado de Estados Unidos al reves en cambio los americanos parece que es lo unico que les interesa luegoi cuando pasan estas cosas se habla de guerra fria pero que debe hacer Rusia dejar cercarse???. | |
| | | 8Brown8 Admin
Cantidad de envíos : 5044 Fecha de inscripción : 11/05/2006
| Tema: Re: Guerra en el Cáucaso Jue 28 Ago - 15:12 | |
| Rusia reta a la OTAN al probar un misil capaz de sortear su escudo
Rusia prueba un misil de largo alcance en plena crisis
De la propaganda verbal a la militar, Rusia ha aportado un grano más a la empantanada crisis del Caúcaso con el ensayo hoy de un misil Tópol, según ha informado las agencias de información rusas citando fuentes del complejo nuclear ruso. El Tópol es un misil balístico intercontinental capaz de atravesar un escudo antimisiles como el que Estados Unidos está levantando en Polonia y la República Checa, y que ha motivado una de las mayores escaladas de tensión entre Rusia y los países OTAN desde la caída de la URSS.
Moscú ha lanzado el Tópol desde Plesetsk en plena escalada de la crisis que ha sembrado el reconocimiento de las regiones en territorio georgiano, Osetia del Sur y Abjazia, como países independientes. La OTAN y la Unión Europea han condenado la decisión y ha reiterado su deseo de que el Gobierno de Vladímir Putin y Dmitri Medvedev "reviertan" su reconocimiento.
El Tópol M, de ojivas divisibles con múltiples cargas nucleares, es un arma de nueva generación que, según los rusos, puede penetrar cualquier escudo nuclear. Su alcance es de unos 10.000 kilómetros y puede llevar 550 kilotones de material nuclear. Precisamente en el primer desfile por la victoria contra la Alemania nazi presidido por Medvédev, el primero también con exhibición de armamento, el Topol fue uno de los misiles estrella del acto.
En plena guerra entre Rusia y Georgia por el control de la región rebelde de Osetia del Sur, la secretaria de Estado estadounidense, Condoleezza Rice, se trasladó hasta Varsovia (Polonia) para poner rubrica al acuerdo para la puesta en marcha del polémico escudo antimisiles. La crisis desatada ha llevado también a un refuerzo del control y presencia de las fuerzas rusas y de la OTAN en aguas del Mar Negro . La Alianza Atlántica, sin embargo, se ha apresurado hoy a aclarar que la presencia de cuatro fragatas en el Mar Negro es de "rutina" y "no tiene relación con la crisis de Georgia".
Por su parte, la UE, a través del ministro francés de Exteriores, Bernard Kouchner, ha anuncido que contempla la posibilidad de sancionar a Rusia por su comportamiento en la crisis del Caúcaso. | |
| | | 8Brown8 Admin
Cantidad de envíos : 5044 Fecha de inscripción : 11/05/2006
| Tema: Re: Guerra en el Cáucaso Vie 29 Ago - 12:27 | |
| Putin acusa a Estados Unidos de orquestar la guerra de Georgia
El primer ministro ruso, Vladímir Putin, ha acusado este jueves a Estados Unidos de orquestar el conflicto de Georgia para beneficiar a uno de sus candidatos a las elecciones presidenciales. En una entrevista con la cadena CNN, Putin ha afirmado que Washington alentó a Georgia a que atacara la región autónoma de Osetia del Sur a comienzos de agosto. La Casa Blanca ha calificado estas acusaciones de "irracionales".
El primer ministro ruso ha contado que sus funcionarios de defensa le dijeron que el conflicto fue desencadenado para beneficiar a uno de los candidatos a sustituir a George W. Bush, pero no presentó evidencias que respaldaran sus acusaciones.
"Hay sospechas de que alguien en Estados Unidos ideó especialmente este conflicto con la intención de hacer la situación más tensa y crear una ventaja competitiva para uno de los candidatos que luchan por el puesto de presidente de EE UU", ha afirmado Putin en la entrevista realizada en el balneario de Sochi, en el mar Negro. Las declaraciones de Putin apuntan hacia el republicano John McCain, el candidato de Bush y quien tiene más experiencia en política exterior que su contrincante, el demócrata Barack Obama.
Putin, quien aún es considerado el hombre más poderoso de Rusia, ha repetido las palabras del presidente Dmitri Medvédev de que Moscú no tuvo otra opción que invadir Georgia, después de que decenas de sus soldados de paz murieran en Osetia del Sur tras los ataques georgianos. El ex presidente ruso ha mostrado su decepción de que EE UU no hiciera un esfuerzo mayor para frenar el ataque de Georgia.
"No es sólo que el lado estadounidense no pudo contener al líder georgiano de cometer este acto criminal. El lado estadounidense en efecto armó y entrenó al Ejército georgiano", ha dicho Putin, en una de sus declaraciones más directas sobre el conflicto de Osetia del Sur y Georgia.
En medio de la disputa, que según algunos expertos despierta la sombra de la Guerra Fría, Putin ha anunciado también medidas económicas que, según ha dicho, no están relacionadas con el conflicto. Sin embargo, 19 empresas procesadoras de aves de Estados Unidos han sido prohibidas de exportar sus productos a Rusia porque no han pasado las pruebas de seguridad y sanidad, y otras 29 han sido advertidas de que mejoren sus estándares de calidad o afrontarán la misma prohibición. | |
| | | 8Brown8 Admin
Cantidad de envíos : 5044 Fecha de inscripción : 11/05/2006
| Tema: Re: Guerra en el Cáucaso Vie 29 Ago - 12:32 | |
| La crisis de Georgia pone a Rusia al borde del aislamiento internacional
Medvédev no logra el apoyo de China y de cuatro ex repúblicas soviéticas - La UE reconoce por primera vez que baraja sanciones contra el Kremlin
La crisis de Georgia amenaza con llevar a Rusia al aislamiento internacional. Mientras la Unión Europea sopesa sanciones contra Moscú, y el G-7 (grupo de los siete países más ricos) deplora la ocupación de Georgia y el reconocimiento de la independencia de las regiones separatistas de Abjazia y Osetia del Sur, el Kremlin no acaba de lograr el espaldarazo de sus aliados asiáticos.
En una cumbre clave de la Organización de Cooperación de Shanghai (OCS), que agrupa a Rusia, China y a cuatro repúblicas ex soviéticas, Moscú fracasó a la hora de obtener un apoyo sin fisuras a su actuación en el Cáucaso, que contrarrestase las críticas occidentales.
En la declaración emitida ayer, la OCS expresó "su profunda preocupación por las tensiones surgidas recientemente en el asunto surosetio" y llamó a las partes "a resolver los problemas existentes mediante el diálogo y a esforzarse en la reconciliación y la reanudación de las conversaciones". Y si bien criticaron a Tbilisi por su ataque contra Tsjinval, la capital surosetia, y apoyaron "el activo papel de Rusia para lograr la paz", al mismo tiempo ratificaron "su apego a los principios del respeto a las tradiciones históricas de cada país y a sus esfuerzos por conservar la unidad del Estado y su integridad territorial".
Esta declaración ambigua se explica por el hecho de que casi todos los países de la OCS (Kazajistán, Kirguizistán, Tayikistán y Uzbekistán, además de China) tienen problemas, potenciales o reales, de separatismo. Incluso China, a menudo alineada con Rusia, lanzó una crítica velada a Moscú, expresando su "preocupación" por el reconocimiento de Osetia del Sur y Abjazia.
En la cumbre, celebrada en Dushambé, la capital tayika, y a la que también asistió el presidente de Irán, Mahmud Ahmadineyad, no faltaron las críticas a Occidente, como las lanzadas por el presidente de Kazajistán, Nursultán Nazarbáyev, por "haber ignorado el ataque de Georgia contra Tsjinval". Pero el presidente ruso, Dmitri Medvédev, no logró que sus socios asiáticos reconocieran a Abjazia y a Osetia del Sur. Hasta ahora, sólo Bielorrusia, el mejor aliado ex soviético de Moscú, ha anunciado que seguirá los pasos del Kremlin y reconocerá a las dos regiones separatistas georgianas.
Frente a ello, las condenas occidentales de Rusia se suceden. Los países del G-7 (Canadá. Francia, Alemania, Italia, Japón, EE UU y Reino Unido) condenaron el miércoles "el uso excesivo de la fuerza militar" y "la ocupación de partes de Georgia". Y a tres días de la reunión extraordinaria que la UE sostendrá el lunes en Bruselas, el ministro de Exteriores francés, Bernard Kouchner, reconoció por primera vez que Europa está considerando la imposición de sanciones a Rusia. Estados Unidos, por su parte, estudia la anulación del acuerdo de cooperación nuclear civil, para obligar a Rusia a cumplir el alto el fuego.
Desde el Gobierno ruso se suceden las respuestas a la presión internacional. El ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov, ironizó con las eventuales sanciones europeas y dijo que eran producto de una "imaginación enfermiza". El embajador ruso ante la UE, Vladímir Thijov, advirtió por su parte que las sanciones dañarían más a los europeos que a Rusia, por su dependencia energética.
Y en declaraciones al canal estadounidense CNN, el primer ministro ruso, Vladímir Putin, acusó a EE UU de "haber creado el conflicto con el propósito de hacer la situación más tensa y crear una ventaja comparativa para uno de los candidatos presidenciales". | |
| | | Manu Dios de las gradas y VIP Nr.1
Cantidad de envíos : 2594 Fecha de inscripción : 07/10/2007
| Tema: Re: Guerra en el Cáucaso Vie 29 Ago - 15:00 | |
| Aislamiento dicen, veremos a ver cuanto tarda China en cambiar de postura.
Rusia tiene pocos aliados pero muy estrategicos y que pueden hacer mucho daño a occidente. | |
| | | 8Brown8 Admin
Cantidad de envíos : 5044 Fecha de inscripción : 11/05/2006
| Tema: Re: Guerra en el Cáucaso Dom 31 Ago - 11:14 | |
| Osetia, Kosovo y las trampas de un mundo sin reglas
Es el caso de Kosovo igual que los de Osetia del Sur y Abjazia? La pregunta -que surgió en febrero cuando las principales potencias de la OTAN reconocieron la independencia de la ex provincia serbia- es uno de los ejes del enfrentamiento entre la Alianza Atlántica y Rusia en la crisis caucásica.
Moscú, opuesta a la independencia de Kosovo, advirtió entonces de que su secesión abriría la caja de Pandora. Ahora, que parece abierta, hay quienes se preguntan si Occidente aplica doble rasero en situaciones, en apariencia al menos, similares. A falta de una autoridad judicial supranacional que pueda juzgar ambos casos, las respuestas sólo pueden ser relativas. Incluso fuera del debate político no existe acuerdo entre los juristas sobre su legalidad y sobre la similitud o no de ambos casos.
- Integridad territorial. El respeto de la integridad territorial de los Estados es un principio básico del derecho internacional. Kosovo y Osetia del Sur y Abjazia son (o eran) provincias de repúblicas (Serbia, en el primer caso, y Georgia, en los otros dos) que pertenecían a federaciones (Yugoslavia y URSS). Disueltas estas federaciones, estos territorios que carecían de estatus de república quedaron legalmente adscritos a la nueva entidad administrativa de referencia. Pese a ello, el principio de integridad territorial no es absoluto; tiene como límite el respeto del principio de libre autodeterminación.
- Autodeterminación. Kosovares y surosetios son minorías diferenciadas en idioma, cultura y tradiciones. Más allá de las cifras (dos millones de kosovares por 70.000 surosetios), la mayoría de los juristas coincide en que un Estado debe de respetar los derechos políticos, lingüísticos y culturales de sus minorías; es decir, que puedan votar, hablar en su idioma y mantener sus costumbres. El derecho a la autodeterminación, y posible secesión, sólo es concebible si la minoría puede considerarse un pueblo y es víctima de graves y repetidas discriminaciones y de violaciones de los derechos humanos y políticos.
- Limpieza étnica. Algunos de los juristas sostienen que en el derecho internacional no existe el concepto de precedente, ya que la historia de un pueblo no puede ser exactamente igual a la de otro. Por ello muchos políticos occidentales argumentan que el caso de Kosovo es único y más sólido que los de Osetia del Sur y Abjazia, porque existen pruebas de una continuada represión militar serbia (limpieza étnica, según la fiscalía del Tribunal Penal Internacional de la ex Yugoslavia).
- El acoso y riesgo de acoso. Algunos juristas consideran que para justificar una secesión hay que tener en cuenta el acoso o el riesgo de acoso. Moscú asegura que cuando las potencias occidentales reconocieron la independencia kosovar, Serbia había cambiado de Gobierno y llevaba 10 años respetando la autonomía de la provincia que se encontraba bajo mandato de la ONU.
El caso de Osetia del Sur, aunque el pasado resulte menos dramático que Kosovo, está el centro del debate por el ataque lanzado por Tbilisi en la madrugada del 7 de agosto. Frente a los que sostienen que Georgia operaba en su territorio, otros responden que Osetia del Sur llevaba 15 años bajo protección de una misión (rusa) de pacificación y que Georgia nunca ejerció su autoridad sobre esas provincias.
- Política. Otros elementos podrían contribuir a evidenciar similitudes y divergencias. Por ejemplo, los kosovares cumplen más con los criterios para ser considerados pueblo (son albaneses quedaron divididos en tres países: Yugoslavia, Macedonia y Albania) y en su caso se agotaron más las posibilidades de negociación, argumentan algunos.
El derecho internacional no sólo no tiene una corte verdaderamente supranacional con capacidad de investigación, sino que no es un derecho completo, exhaustivamente estipulado. Incluso si hubiese acuerdo unánime, el respeto de la legalidad internacional quedaría en todo caso en las manos exclusivas de la política. Un derecho, sin sanción para quien lo viole, no tiene sentido. En el tablero internacional, el único poder sancionador es la fuerza de las potencias. | |
| | | 8Brown8 Admin
Cantidad de envíos : 5044 Fecha de inscripción : 11/05/2006
| Tema: Re: Guerra en el Cáucaso Dom 31 Ago - 11:29 | |
| Rusia busca un nuevo orden mundial El pulso de Moscú a Occidente tiene un objetivo, cambiar las reglas de juego Al reconocer la independencia de Osetia del Sur y Abjazia, Rusia se arriesga a un cierto nivel de aislamiento internacional. Pero encastillarse en la soledad no es el fin de la política ejercida por el tándem Dmitri Medvédev-Vladímir Putin. Con pasos como éste o como la suspensión del tratado de armas convencionales en Europa (CFE), lo que Rusia pretende es redefinir las reglas de su relación con Occidente; algo así como rebobinar el tiempo y corregir hábitos de comportamiento arraigados en los años noventa. La propuesta del presidente Medvédev de convocar una conferencia de seguridad paneuropea se inscribe en ese contexto. A su manera, Rusia trata de recuperar las ideas que flotaban en la atmósfera de 1990 cuando los países de la OSCE afirmaron en la Carta de París que "la era de la confrontación y la división de Europa ha terminado". Para que tal cosa sea posible, y también por si no lo es, Moscú aspira a las mismas licencias en el derecho internacional que los norteamericanos se atribuyeron en los Balcanes y en Irak. Moscú confía en sus recursos para capear el temporal de críticas. Además de hidrocarburos y materias primas, Rusia ofrece a Occidente la colaboración en la lucha antiterrorista en Afganistán, y por eso mantiene abierto el corredor de tránsito para la Alianza Atlántica. Rusia está interesada en el éxito de la operación antiterrorista aliada, porque si fracasa, sufrirá las consecuencias "de forma más aguda" que Occidente, ha manifestado Konstantín Kosachov, el jefe de la comisión de Exteriores de la Duma (Cámara baja del Parlamento), y sus palabras fueron un contrapunto al presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, que arremetió contra la política de Washington en Afganistán en presencia de Medvédev y durante la cumbre de la organización de Shanghai. Irán quiere ingresar en este club de Rusia, China y países centroasiáticos en el que es observador, pero Moscú lo mantiene a distancia, pues Teherán, Cuba o Bielorrusia no son del todo cómodas para la élite rusa actual, que tiene sus principales clientes de sus hidrocarburos en Europa; sus empresas, en las Bolsas de Nueva York o de Londres; sus cuentas corrientes, en bancos suizos, y sus hijos en colegios británicos. Mijaíl Gorbachov y los artífices de la perestroika esperaban fundirse en el abrazo con Occidente que siguió a la caída del muro de Berlín. Pero, en lugar de la Casa Común Europea desde Vancouver a Vladivostok, que integrara a los países antes divididos por la guerra fría, el Kremlin vio cómo sus antiguos aliados del Pacto de Varsovia ingresaban en la Alianza Atlántica, una posibilidad que le estaba vedada, porque ni Rusia aceptaba el papel del Reino Unido y Francia frente a Estados Unidos, ni la Alianza quería que Moscú participara en la redefinición de sus nuevas normas. La actual fase de ampliación atlántica a Georgia y Ucrania incrementa la sensación de acoso y amenaza en Rusia, donde es muy profundo el sentimiento, cierto o no, de que Gorbachov y Yeltsin fueron engañados por los socios occidentales. Según un sondeo del centro Levada, el 66% de la población cree que Occidente ha apoyado a Georgia para debilitar a Rusia y expulsarla del Cáucaso. Al explicar la posición del Kremlin esta semana, el primer ministro Putin rezumaba resentimiento hacia EE UU. El jefe del Gobierno llegó a acusar a la Administración republicana de haber instigado el ataque georgiano a los pacificadores rusos por motivos electorales (favorecer a John McCain). También contó que durante la inauguración de los Juegos Olímpicos de Pekín se dirigió a George Bush para que éste frenara al presidente georgiano, Mijaíl Saakashvili, pero el amigo norteamericano no respondió. El presidente de Kazajistán, Nursultán Nazarbáyev, avaló el relato de Putin. Los orígenes de la guerra de los cinco días entre Georgia y Rusia, la mayor crisis internacional en el entorno pos-soviético, hay que buscarlos en 1991, cuando la Unión Soviética se fragmentó siguiendo los límites administrativos internos de las 15 repúblicas federadas, que en gran parte eran el producto de la política de corte y confección estalinista para controlar mejor el Estado. Con excepción de Ucrania, Bielorrusia y Rusia, miembros de la ONU desde 1945, las repúblicas ex soviéticas fueron admitidas en Naciones Unidas como Estados soberanos a partir de septiembre de 1991. Georgia fue la última en ingresar en julio de 1992, pero ya antes era un ente problemático con dos regiones sublevadas contra el intento de Tbilisi de privarlas de la autonomía de la que gozaron en época soviética. La unanimidad de las dos Cámaras del Parlamento ruso en su apoyo a la independencia de Osetia del Sur y Abjazia fue un paso formal escenificado para justificar la decisión. Pero ni siquiera hubiera hecho falta, porque Putin y Medvédev tienen gran margen de maniobra. La popularidad del primero ha pasado del 80% al 83% de julio a agosto, y la del segundo, del 70% al 73%, y dos tercios de la población están a favor de arrebatarle Osetia y Abjazia a Georgia, según Leonid Sedov, del centro Levada (un 46%, por su incorporación a Rusia, y un 30%, por su independencia). Para Moscú, Saakashvili es el Slobodan Milosevic del Cáucaso, y Abjazia y Osetia tienen tanto derecho a ser independientes como Kosovo. Putin aguijoneó a Occidente al referirse a los pacificadores holandeses que en 1995 dejaron que ocurriera la masacre de miles musulmanes a manos de los serbobosnios en Srebrenica. Putin contrapuso el comportamiento de los holandeses al de los pacificadores rusos que defendieron a los osetios, pero cabe preguntar si los rusos hicieron algo por impedir la venganza de los osetios en los pueblos georgianos de Osetia del Sur. La segregación étnica en Osetia del Sur es un hecho. La presencia de las tropas rusas en el puerto georgiano de Poti (justificada por Moscú por razones de seguridad para evitar que fondeen buques con armamento) se interpreta en algunos medios occidentales como una prueba de la continuidad de la política imperial de la URSS. Para demostrar que su proceder responde a circunstancias concretas y no es un patrón de comportamiento, Moscú trata de forjar un acuerdo entre Moldavia y los separatistas del Transdniéster, pero Ígor Smirnov, el líder secesionista, se lo pone difícil al pretender el mismo derecho a la independencia que los abjazos y los osetios del sur. Algunos temen que el próximo objetivo de Moscú sea Crimea, pero conviene tener en cuenta que fue Putin quien se empleó a fondo en abril de 2004 para que la Duma ratificara el acuerdo de fronteras con Ucrania, un documento por el que Rusia reconoce la integridad territorial de su vecino. Y lo hizo con la oposición de comunistas y nacionalistas del bloque Ródina, dirigido por el actual embajador en la OTAN, Dmitri Rogozin, que se negaron a votar. Pero la partida que comenzó en 1991 no ha terminado, y tanto Ucrania como Occidente pueden contribuir aún con sus jugadas al verdadero desenlace de la saga soviética. | |
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