Oasis desmadra el FIB con un concierto lleno de sobresaltos
• El cantante Liam Gallagher abandonó el escenario a mitad del éxito ‘Wonderwall’
• Paul Weller suspendió el final de su actuación de ayer en Benicàssim por el fuerte viento
Paul Weller, ayer durante su actuación en el Festival de Benicàssim, donde exhibió un convincente directo. Foto: MIGUEL LORENZO
Un arrogante Liam Gallagher, ayer durante el concierto de Oasis. Foto: MIGUEL LORENZO NÚRIA MARTORELL
BENICÀSSIM
Oasis desbordó al FIB como nunca antes se había visto. Los chicos malos del pop-rock desbocaron, la madrugada de ayer, Benicàssim y se vivieron momentos de tensión cuando unos hooligans treparon por la altísima torre de sonido y el techo de la caseta de los lavabos. Un miembro de la organización y hasta el mismo Noel Gallagher amenazaron con no continuar si no bajaban. Pero no fue el único incidente de un concierto simplemente bestial, que puso el broche a la primera jornada del festival. Ayer los triunfadores fueron otros: Magazine y Paul Weller. Aunque éste tuvo que suspender el final de su actuación a causa del viento.
La que armó Oasis es difícil de olvidar. Tras una apertura apoteósica con Rock and roll star, los cracks del britpop complacieron a los fans con una hora y tres cuartos de recital y 19 canciones; o 20, si se cuenta el amago de Whatever con que Noel quiso calmar a los airados asistentes ante la espantada de su hermano Liam. La escena fue así: el público coreaba Wonderwall cuando él dejó de cantar y soltó, «os la sabéis, pues que os jodan». Y desapareció. «Es una puta vergüenza», exclamó un joven que le grababa con el móvil. Pero el cantante regresó y volvieron a tocar desde el principio este hit que en 1995 les abrió la puerta de la inmortalidad.
La banda de Manchester brindó un generoso show que terminó, como siempre, con un guiño más a sus adorados Beatles, interpretando I am the warlus. Pero antes se vivió otro sobresalto mientras abordaban Champagne Supernova. La luz y el sonido se fueron y a Liam le dio por seguir cantando. Arrogante. Con su habitual pose: las manos cogidas atrás. No se le escuchó durante un buen rato. El sonido volvió y continuó como si nada.
MUCHO VIENTO/ Curiosidades del destino, el relevo lo cogió ayer Paul Weller. El modfather (ex-The Jam) que se animó a regresar a los escenarios después de que Oasis le invitara a grabar Champagne Supernova como artista invitado. Weller lanzó en el 2008 su mejor disco, 22 dreams, con el que nutrió gran parte de su repertorio. Exhibió su clase y convincente directo en una ventosísima y ajetreada jornada. Incluso hubo un incendio a pocos metros del recinto.