Sobre el elemento "socialista" del nacionalsocialismo:
[...]el nazismo siempre consideró a la clase obrera [...] que procedía de la tradición weimeriana (otra cosa era lo que se opinaba de los jóvenes que llegaban almercado de trabajo durante le nuevo régimen), como un mundo ajeno a su ideología , en el que la cultura de clase, tan arraigada, se oponía frontalmente a las aspiraciones la "volksgemeinschaft" (comunidad nacional).[...]
La destilación de un mensaje integrador fundamentado en compensaciones sociales poderosas, como la batalla por el pleno empleo y las organizaciones para desarrollar el ocio; la conciencia de los trabajadores de una permanente vigilancia de la GESTAPO, dispuesta a actuar en caso de resistencia abierta al régimen; la fragmentación de la clase y el desarrollo de un discurso que combinaba las apelaciones a la comunidad popular con el estímulo de la competencia individual; el intento de conectar el discurso laborista nazi con el orgullo de clase procedente de la tradición marxista; la sublimación de las relaciones sociales por un discurso racial que penetraba aspectos concretos de la vida de los trabajadores[...]
La capacidad de respuesta de los trabajadores organizados a la toma del poder por el fascismo alemán resultó desalentadora. Puede decirse que la socialdemocracia y el comunismo no fueron vencidos por los nazis sino que la derrota política y la dislocación social de los trabajadores integrados en los sindicatos y los partidos de clase aseguró que el movimiento hitleriano conquistara el poder con facilidad[...]
F.Gallego De Múnich a Austchwitz. Pág 318
[...]El vacío legal que se generó con la destrucción de los sindicatos en mayo de 1933 fué rápidamente cubierto por una serie de medidas destinadas a complementar la destrucción de las organizaciones de clase con la fijación de un esquema básico que concretaba el espíritu de la Volksgemeinschaft. Todas estas reglamentaciones, a las que siguió una fuerte ofensiva ideológica por parte del régimen, no sólo iban destinadas a la ruptura de las relaciones industriales generadas por el pacto social de 1918, sino que trataban de crear un espacio de colaboración alternativo, una nueva forma de cohesión en la producción que levantara, en nivel de la empresa, los signos esenciales de la utopía nazi.[...]
Tras definir el Frente del Trabajo como la organización de "todos los trabajadores sin referencia a su posición social o económica", se negaba al DAF el carácter de un espacio donde pudieran decidirse aspectos concretos de las relaciones laborales, excluyendo de sus tareas la armonización de las divergencias aparecidas en el lugar de trabajo. Por el contrario, el DAF se presentaba como un terreno para integrar la solidaridad nacional, un ámbito donde nadie defendería intereses de clase, destinado a educar a todos los miembros de la comunidad empresarial en la ideología nacionalsocialista y asegurando el apoyo al nuevo régimen[...]
El 20 de enero de 1934 se aprobaba la medida laboral más importante de las que llegaría a fijar el gobierno del Reich [...] La Ley Fundamental de Organización del Trabajo destruía el concepto de relaciones laborales conflictivas que se había regulado en la República de Weimar, para establecer la empresa como un espacio de colaboración entre factores desiguales de la producción. El empresario era nombrado jefe de fábrica (betriebsführer), mientras los trabajadores quedaban reducidos a la categoría de séquito (Gefolsgschaft). Mientras al empresario se le encargaba tomar las decisiones findamentales de la planta y cuidar del bienestar de los trabajadores, a éstos se les demandaba lealtad hacia su jefe. Para garantizar la gestión común [...] se establecía un consejo de delegados de los obreros (Vertrauensrat), que ejercía labores de consulta al empresario, en aquellas cuestiones que afectaran a las condiciones generales del trabajo, y que sería elegido por el Gefolgschaft en una lista propuesta por el jefe (Betriebsführer) en colaboración con la NSBO.
[...]Finalmente se establecía un Tribunal de Honor ante el que debían presentarse aquellos empresarios, trabajadores o funcionarios que atentaban contra la paz social. El sistema venía a sustituir , de modo explícito, las condiciones contractuales que existían antes del Tercer Reich, anulando cualquier autonomía de los trabajadores así como sus mecanismos de defensa. El lenguaje de solidaridad, cooperación y espíritu unitario iba acompañado de la entrega del poder en la empresa al patrón, que recuperaba así una autoridad matizada por el pacto social de 1918.
F.Gallego De Múnich a Austchwitz. Págs 321 y 322
(Como veo que siempre se ponen noticias, me he tomado la libertad de "intentar" abrir un debate que creo interesante, espero colaboreis lo/los mas posible/s. Saludos!)