Por vez primera, la calidad de la democracia española ha sido evaluada por expertos en ciencia política, y el resultado ha sido una nota del 6,2 sobre 10. La iniciativa, ejecutada por la Fundación Alternativas, siguiendo la pauta de instituciones como la Universidad de Essex, en otros países democráticos, ha sido secundada por más de un centenar de expertos, muchos de ellos catedráticos universitarios. Este resultado recoge el informe sobre La democracia en España 2008, que analiza, como aspecto crucial, la estrategia de la crispación. El informe es concluyente: "Ha sido derrotada, pero no ha fracasado", tras el resultado de las elecciones del 9-M.
El informe, presentado por su director, Joaquín Estefanía, y el director del Laboratorio de Alternativas, Juan Manuel Eguiagaray, ofrece una valoración alta sobre la calidad del marco jurídico y constitucional de España, el sistema electoral y los derechos civiles, pero baja apreciablemente cuando analiza el comportamiento de los agentes políticos. En un terreno más preciso, reprocha la ausencia de cooperación entre los tres niveles de gobierno: central, autonómico y municipal. Llama la atención, también, por la falta de autonomía del poder político respecto del poder económico y los grupos de presión, así como la insuficiente independencia de los medios de comunicación con el poder político. También señala a la corrupción como un elemento de deterioro.
La estrategia de la crispación, desarrollada por el PP en la pasada legislatura, es otro de los factores que ha contribuido a la bajada de la calidad de la democracia en España. Según el informe, su objetivo era polarizar a la población para lograr réditos electorales, en su pretensión de llevar a la abstención una parte del voto de la izquierda.
El informe concluye que esa estrategia ha sido derrotada, con la pérdida del PP de las elecciones del 9-M, pero no ha fracasado porque "ha logrado efectos perniciosos" en la creación de un ambiente de división en las instituciones públicas, muy patente en la Justicia, y en la polarización entre los ciudadanos, dependiendo de las comunidades autónomas. Otra consecuencia de la estrategia de la crispación ha consistido en que el PSOE ha perdido votantes de centro y no ha logrado la mayoría absoluta.
El informe analiza los errores del Gobierno y señala tres: la política de aislamiento del PP, que tuvo como símbolo el Pacto del Tinell; la falta de pedagogía en el proceso de final dialogado del terrorismo y la incapacidad para realizar un discurso sobre el proceso de reformas estatutarias, que abocó a una carrera competencial al desconocer el objetivo del Gobierno.