México, 7 ago (EFE).- El guerrillero Ejército Popular Revolucionario (EPR) de México convocó hoy a la "defensa armada" y a acciones políticas en contra de la "imposición" del candidato presidencial del Partido Acción Nacional (PAN), Felipe Calderón.
El EPR, que tiene un historial de actos de propaganda y atentados con artefactos caseros desde su creación, en 1996, aseguró en un comunicado fechado en el estado de Hidalgo, centro del país, que el gobierno de Vicente Fox está preparando "un nuevo baño de sangre".
"Están barajando la represión como elemento determinante para la imposición de Felipe Calderón", señaló.
El grupo armado indicó que la decisión tomada el sábado por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) de no contar de nuevo todos los votos emitidos el pasado 2 de julio fue "parte de un plan único de la administración foxista".
El recuento "voto por voto" es exigido por el candidato presidencial de la izquierda, Andrés Manuel López Obrador, quien afirma haber sido víctima de un "fraude", porque el Instituto Federal Electoral le dio el segundo puesto, separado por 243.900 votos de Calderón, del oficialista Partido Acción Nacional.
El ERP afirma en su comunicado que "a partir de esta nueva afrenta, para el pueblo ya nada será igual" e hizo un llamamiento a los diferentes grupos que existen en el país para detener la "imposición de la ultraderecha" y garantizar el "respeto de la voluntad popular".
También acusó al Estado de preparar "un baño de sangre" tras la resolución "del TEPJF, las declaraciones de funcionarios del gobierno foxista y el despliegue militar en todo el país".
Por ultimo, el EPR convocó a la "generalización de las acciones políticas de masas, que vengan a generar conciencia de la necesidad de luchar por la transformación profunda" de México.
El EPR apareció 28 de junio de 1996 durante la conmemoración de una matanza de 17 campesinos y tiene una presencia en los estados sureños de Oaxaca y Guerrero y en los centrales de Puebla y Estado de México.
Sus acciones se han limitado a actos de propaganda y al estallido de artefactos de escasa potencia colocados en bancos, aunque también se le atribuyen secuestros de importantes empresarios realizados antes de su aparición pública.