Alemania investiga si nueve turcos murieron a manos de neonazis
La policía alemana investiga un presunto ataque xenófobo que costó la vida a nueve personas de origen turco en un incendio en un edificio de Ludwigshafen, al suroeste de Alemania. La fiscalía cuenta con el testimonio de dos niñas que refieren cómo un hombre "de aspecto alemán" inició el fuego en un capazo infantil aparcado en el portal. Además, el hallazgo ayer de pintadas neonazis junto a la puerta del edificio ha dado pábulo a las especulaciones en la prensa turca sobre una posible agresión racista.
Ayer, el ministro turco de Estado, Mustafa Sait Yazicioglu, visitó el lugar de los hechos. Llevó consigo a cuatro agentes para observar las investigaciones. Se espera para hoy la visita del primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan.
El fiscal Lothar Liebig explicó que el ruinoso estado del edificio no permitió la entrada de investigadores hasta la mañana de ayer. Ni éstos ni los perros adiestrados que los acompañaban lograron dar con pruebas palmarias de un ataque. La fiscalía afirma, sin embargo, que el edificio donde murieron cinco niños y cuatro adultos ya había sufrido una agresión criminal en 2006. El trauma que sufren las dos niñas como consecuencia del incendio impidió a la policía continuar los interrogatorios.
Las imágenes del niño Onur cayendo desde el tercer piso del edificio en llamas se vieron en todo el mundo. Su tío lo soltó por la ventana para salvarlo del humo, que mató a nueve de sus vecinos. El niño salió ileso de los diez metros de caída, pero la fuerza dramática de la imagen recordó el atentado racista que hace 15 años mató en Solingen a dos mujeres y tres niñas turcas. El diario turco Milliyet titulaba ayer: Otra vez Alemania, otra vez fuego, otra vez turcos.
El "aspecto alemán" descrito por las niñas suena como un contrapunto de la expresión "aspecto meridional", la forma políticamente correcta de referirse en Alemania a los inmigrantes de piel oscura. De confirmarse que el incendio fue provocado, las tensiones entre los vecinos "de aspecto alemán" y los de "aspecto meridional" podrían agravarse en todo el país al socaire de debates como el provocado por la campaña electoral democristiana en Hesse, que vinculó reiteradamente la delincuencia juvenil en la inmigración.
Ayer, un hombre turco agredió a un bombero, al que reprochó que no trabajaran bien en el rescate. En Alemania viven alrededor de 1.700.000 turcos