Córdoba se convertirá en la Meca de Europa si prospera el proyecto de varios grupos islámicos -integrados principalmente por conversos españoles- de construir en las proximidades de la ciudad la segunda mayor mezquita del mundo. El templo se levantaría en terrenos ya adquiridos en Medina Azahara y de su financiación se ocuparía capital saudí y de otros países árabes. Esta iniciativa se une a la prevista construcción en el barrio sevillano de Los Bermejales de otra gran mezquita. Se calcula que en Andalucía, donde ha aumentado la población inmigrante de origen musulmán y han proliferado las comunidades de conversos de origen español, hay un centenar de mezquitas.
Quienes siguen de cerca los proyectos de Córdoba y Sevilla recuerdan las reivindicaciones que sobre «Al Andalus» hacen no sólo los grupos islamistas radicales. De hecho, tanto para los extremistas como para los moderados, Andalucía tiene una evocación histórica y es en este contexto donde las fuentes consultadas sitúan el interés de «hacer más visible» el islam en la Comunidad andaluza. Así, la iniciativa de construir en Córdoba lo que sería la segunda mezquita más grande del mundo y, por tanto, un centro de peregrinación para musulmanes europeos, se ha reactivado en las últimas fechas.
Los primeros pasos hacia este objetivo ya se han dado. Se sabe que a través de personas interpuestas, una de ellas muy conocida, se han adquirido ya los terrenos. No obstante, éstas no son las verdaderas caras del proyecto, ya que detrás de estos compradores se encuentran varios grupos islámicos con gran actividad en Sevilla y Granada e integrados principalmente por españoles conversos. Los terrenos donde se proyecta la iniciativa de convertir Córdoba en una alternativa a la Meca se encuentran en una zona marcada por la presencia de los árabes en España: Medina Azahara, área que acoge el conjunto arqueológico de la ciudad califal.
Pero la iniciativa de construir una mezquita en Medina Azahara no es la única. Los mismos grupos islámicos también quisieron comprar en la zona cordobesa de San Martín de Porres, en concreto en la calle Torremolinos, unos terrenos para edificar un centro de culto que mirara a la Mezquita-catedral. El proyecto no echó a andar porque el Ayuntamiento declaró el lugar área de acción preferencial.
La alerta de que los mencionados grupos de españoles conversos persisten en su interés de convertir Córdoba en el mayor centro de peregrinación de Europa para los musulmanes ha saltado esta misma semana. La mecha la encendió el pasado jueves el presidente de la Junta Islámica de España, Mansur Escudero, cuando anunció que los musulmanes irán a rezar a la mezquita de Córdoba. Para lanzar tal aviso, hizo una interpretación interesada de unas manifestaciones del presidente de la Conferencia Episcopal Española, monseñor Blázquez, durante el Desayuno Informativo de Europa Press que tuvo lugar el pasado miércoles y al que fueron invitados Escudero y el imán de la mezquita de la M-30 Moneir Mahmoud. El presidente de la Junta Islámica preguntó al también obispo de Bilbao por qué los musulmanes no pueden orar en la mezquita de Córdoba, a lo que el prelado respondió «que era posible que no estuvieran permitidas las oraciones públicas, pero no así las personales o individuales». Ello fue utilizado por Escudero para lanzar su mensaje de que los musulmanes podían ir a rezar a la Mezquita de Córdoba, una interpretación que fue rechazada por la Conferencia Episcopal. En concreto, puntualizó que monseñor Blázquez «no ha recomendado ni recomienda» que los musulmanes «recen de ningún modo» en la Catedral de Córdoba.
La cuestión es que la afirmación de Escudero ha disparado la preocupación de las autoridades eclesiásticas y civiles de Córdoba, y de Andalucía en general, que creen que con la iniciativa de «volver a Córdoba para rezar» se reactiva también el proyecto de construir en la ciudad la segunda mezquita más grande del mundo.
Otra mezquita en Sevilla
Las fuentes consultadas consideran que este plan cuenta con el respaldo de un sector del PSOE de Andalucía, del que forman parte españoles conversos. Y en este sentido recuerdan que fue el Ayuntamiento de Sevilla el que ha hado luz verde a la construcción de una gran mezquita en unos terrenos municipales situados en la zona de Los Bermejales. El solar tiene 6.000 metros cuadrados y está muy próximo a la ronda de circunvalación SE-30, para un fácil acceso al templo y para que sea visible desde lejos, dos características que solicitaron los musulmanes sevillanos al Ayuntamiento. Pero las obras aún no han comenzado porque los vecinos de Los Bermejales han interpuesto un recurso y el Juzgado de lo Contencioso-Administrativo 4 de Sevilla ha ordenado la suspensión cautelar de la construcción de la mezquita que la Comunidad Islámica de España pretende edificar.
Los vecinos se han echado en varias ocasiones a la calle para denunciar la construcción y en una de las convocatorias hicieron un comunicado en el que señalan que la «mezquita está financiada por un país no democrático que establece el islam como la religión oficial». Un monarca absoluto, el sultán del Emirato de Sharjah (emirato integrado en los Emiratos Árabes Unidos) financia con petrodólares la construcción de la futura mezquita de Sevilla. Previsiblemente, al igual que en Granada, gestionará la mezquita una fundación formada por la Comunidad Islámica en España y por los Emiratos Árabes Unidos, uno de los pocos países (junto a Arabia Saudí y Paquistán) que reconocía como legítimo el régimen integrista de los talibanes de Afganistán».